lunes, 23 de marzo de 2015

¿El SEO ha muerto?

Sí, el SEO ha muerto.

Es difícil de aceptar, tanto por aquellas empresas y profesionales que han hecho durante muchos años su negocio, como por aquellos responsables y propietarios de webs, que siguen creyendo que si aplican todas las técnicas de “optimización SEO” y posicionamiento natural, su producto o página web será VISIBLE apareciendo en las primeras posiciones de los resultados de búsquedas o también conocidas como SERPs (Search Engine Result Pages).

Actualmente, con los resultados de búsqueda tan personalizados y dependientes de cientos de factores, no es posible establecer una clara correlación entre el empleo de determinadas técnicas y el aumento en el número de visitas y conversiones (por cierto que se dice que el CRO es el nuevo SEO, pero igual que para hacer SEO hace falta contenido, para hacer CRO hacen falta ventas, y para obtener ventas , necesitamos visitas que obtendremos utilizando los distintos sistemas de publicidad patrocinada que veremos aquí).

Dos personas geográficamente cercanas, realizando la misma búsqueda en Google por ejemplo, obtienen distintos resultados dependiendo -entre otros muchos factores-del dispositivo con el que se conecten, su navegador y su historial de navegación, si tienen sesión iniciada o no en algún servicio de Google.

La realidad es que el principal elemento que contribuye al SEO, que hace visible y visitada una web, es el contenido original, relevante y calidad -como siempre debió ser por otra parte. 

El resto de técnicas referentes a etiquetas, metadatos y las omnipresentes keywords, han ido perdiendo influencia real frente a otros como la relevancia social por ejemplo, la popularidad o veces que un contenido o URL se comparte en las redes sociales, siendo éstas además los “nuevos buscadores”, en el sentido de que sustituyen a éstos como herramienta de localización y acceso de contenidos, tanto por sus buscadores internos –se extiende cada vez más el uso de Youtube como buscador generalista- como por recomendación directa de los contactos de nuestra red (hay quien dice incluso que Whatsapp puede ser la próxima plataforma de publicación de contenidos).

Con todo esto no pretendo recomiendar el abandono de la optimización SEO, pero sí que en la próxima campaña de marketing digital, se considere la inversión en algunos sistemas de publicidad patrocinada. 

Me permito recordar aquí el significado de patrocinada: financiada o pagada, y de inversión: gasto con el que esperamos obtener un beneficio superior a la cantidad empleada.

Si eres de los que piensas que estar empleando horas y horas en optimización SEO es más económico que hacer una campaña de publicidad patrocinada, te pediría que calcularas el coste de adquisición de usuario o cliente en relación a esos recursos empleados en optimizar los contenidos para su posicionamiento orgánico (si dices que no te ha costado nada porque el trabajo de optimización lo has hecho tú mismo, no vale, tu tiempo aunque no lo reconozcas también debe tener un valor estimado en euros).

La solución ideal pasa como en tantas otras cosas, por un equilibrio entre las distinas opciones que tenemos para dar a conocer una página web y nuestros productos y servicios, el uso de los sistemas de publicidad patrocinada es sin duda una opción a incluir en un Plan de marketing, y para ello es imprescindible conocer qué opciones y herramientas tenemos a nuestra disposición.

----

El texto anterior es la introducción de mi libro "El SEO ha muerto: cómo anunciarse en internet".





viernes, 13 de marzo de 2015

Claves para abrir una tienda online y que venda

Hace unos meses publiqué un libro sobre e-commerce "Claves para abrir una tienda online y que venda" donde proporciono información para responder a las preguntas fundamentales que se deben responder antes de abrir una tienda online:

  1. ¿qué debería vender para tener éxito?
  2. ¿cómo puedo saber la demanda en internet?
  3. ¿cómo hago mi estudio de mercado?
  4. ¿cómo lo está haciendo la competencia?
  5. ¿necesito un plan de negocio?
  6. ¿cómo lo voy a vender?
  7. ¿qué es el dropshipping?
  8. ¿cómo entregaré lo que venda?
  9. ¿cómo cobraré a los clientes?
  10. ¿a quién necesito para vender?
  11. ¿qué es obligatorio que tenga la tienda?
  12. ¿qué sería recomendable que tuviera la tienda?
  13. ¿con qué software monto la tienda?
  14. ¿puedo vender en redes sociales?
  15. ¿existe el f-commerce?
  16. ¿cuáles son las redes sociales más utilizadas en España?
  17. ¿cómo puedo vender más y mejor?
  18. ¿qué leyes y normativas tengo que cumplir?
  19. ¿cómo doy a conocer la tienda?
  20. ¿cómo analizar los resultados?
Puedes encontrarlo en Yquevenda  y en Casa del Libro





jueves, 12 de marzo de 2015

Tecnología, sociedad y empresa

La tecnología hoy en día puede considerarse como una herramienta para el desarrollo y avance de la sociedad. La tecnología influye en nuestras vidas en innumerables áreas como medicina, educación, ocio, hogar... unas veces la presencia de la tecnología es más evidente debido a los cambios y adaptación que implica, como en el caso del apagón de emisión analógica de la señal televisiva y el cambio forzoso a la TDT (Televisión Digital Terrestre) y otras es más transparente de cara a los usuarios finales como en el caso de la identificación y registro de la matrícula de nuestro vehículo al entrar a un parking público.

En ocasiones, nos vemos forzados a usarla (ej: pedido de botella de butano a través de una centralita IVR --Interactive Voice Response- no atendida por una persona) y otras podemos elegir entre una forma que no nos suponga un esfuerzo hacer uso de esa tecnología (ej: pedido telefónico en vez de a través de Internet), pero ahí radica también un aspecto importante en el concepto y uso de la tecnología: lo que para unos la “tecnología” es entendida como algo novedoso que implica un aprendizaje y puede generarle desconfianza (“Envíame el presupuesto por fax que no me fío del correo electrónico...“), miedo (“Yo no compro nada en Internet porque eso no puede ser seguro...”) o inseguridad (“Voy a realizar la reserva por teléfono y haré la transferencia mañana cuando vaya al banco...”), para otros simplemente, esa tecnología forma parte inherente de ese producto, servicio o actividad.

Para nosotros, la televisión en color no es tecnología en los términos que interpretamos por ejemplo “conexión wifi” pero sí lo fue para nuestros padres, de igual forma, nuestros hijos no percibirán el aura de “tecnología” en el uso de su “conexión wifi” o la TDT (si es que estas tecnologías no son sustituidas por otras...) y otros muchos ejemplos de “última tecnología”.

De este planteamiento surgen conceptos como “nativos” e “inmigrantes” digitales, así como la definición que algunos hacen de tecnología:

“Tecnología todo aquello que no existía que cuando nacimos”.

La tecnología surge y evoluciona para resolver necesidades y facilitar las actividades que realizamos, tanto en nuestros hogares como en las empresas.

La tecnología también hace más “cómodo” y “fácil” en una empresa comprar, producir, almacenar, vender, facturar, cobrar, atender al cliente... las ventajas del uso de tecnología, en concreto de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), son indudables aunque en el ámbito empresarial, la tecnología en sí misma no es de utilidad para el negocio, su uso debe estar asociado a los objetivos y estrategia de la empresa para sacar el máximo rendimiento.



El uso de las TIC en la empresa depende en última instancia de las personas que la componen, tanto los que toman la decisión de usar determinada tecnología como los usuarios finales. En este proceso, influye que esas personas sean nativos o inmigrantes digitales, así como la brecha digital (del inglés digital gap) existente y que constituye una de las principales barreras en el acceso y uso de las TIC.

La brecha digital – el término opuesto sería el de “inclusión digital” - se basa en diferencias previas de grupos (socioeconómicos, edad, regiones, sexo...) al acceso a las tecnologías según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica.

Una persona que ha llevado “desde siempre” (para ella) los asientos de contabilidad anotados manualmente tendrá más dificultad en adaptarse al uso de un programa informático que otra persona que ha utilizado “desde siempre” (para ella) los servicios de banca electrónica.

La tecnología influye en nuestras vidas y empresas, a veces tenemos capacidad de elección (ej: cable o ADSL) y otras se nos exige aprender, adaptarnos, evolucionar... aspectos que para una empresa no sólo supone una cuestión de supervivencia sino de competitividad.

--------
Este contenido fue elaborado para la presentación del Congreso EmpresariaSi organizado por OMEP (Marzo 2010).


domingo, 1 de marzo de 2015

Contra el conformismo

Nunca he sido conformista, siempre hay que aspirar a más, mirar al horizonte, a lo lejos, nos hace avanzar.

Keep walking.