jueves, 1 de septiembre de 2016

Cuestión de prioridades

Solemos decir y escuchar lo de es que no tengo tiempo pero aunque es cierto que el tiempo es limitado, una semana tiene 168 horas, ni una más ni una menos, también es cierto -aunque esto ya cuesta más admitirlo- que no solemos distribuir el tiempo disponible de la mejor manera posible para nuestros objetivos, sean estos pasar tiempo con la familia, hacer deporte, hacer un curso o jugar online.

Por otra parte, solemos confundir lo urgente con lo importante, y dedicamos tiempo a tareas insignificantes que si las posponemos o simplemente las dejamos correr, "increíblemente"  no se acabará el mundo...

Finalmente, estamos rodeados de los ladrones de tiempo, que suelen ser las redes sociales y apps que llevamos en el móvil y demandan constantemente nuestra atención con notificaciones.

Debemos conservar el foco en lo verdaderamente importante y en lo positivo.

Un ejercicio fácil de realizar que nos mostrará a qué dedicamos nuestro tiempo es calcular el porcentaje sobre esas 168 horas semanales del tiempo empleado en: trabajar, dormir, comer, hacer ejercicio, tareas domésticas, ocio, estar con la familia, ver la tv, etc.  

Puede que te lleves una sorpresa al ver por dónde se escapa tu tiempo y reflexiones como en la novela de El bolígrafo de gel verde sobre  "qué clase de sociedad permite que un padre vea a su hijo sólo veinticinco minutos por la mañana y otros tantos por la noche".

Por cierto, ¿eres de los que viven para trabjar o trabajas para vivir?