Los ingleses tienen un dicho que suelo aplicar y pocas veces me he equivocado: si parece un pato, nada como un pato y suena como un pato, probablemente es un pato.
Percibimos las señales pero nos negamos a interpretarlas con su verdadero significado, por distintas razones nos empeñamos en asociarlas al resultado o contexto que querríamos que pertenecieran, unas encajan más fácilmente y otras nos cuesta más, pero al final, con calzador todo entra en nuestra expectativa de cómo debería ser tal o cual cosa, o dicho de otro modo, nosotros seguimos sin ver el pato aunque lo tengamos delante de las narices, e improvisando justificaciones para no calificarlo de pato.
Siempre hay alguien que intenta ayudarte a identificar el pato, pero cambiar de idea -y de sentimientos- no es tan fácil, tú sigues pensando que es otra cosa, nunca un pato, por mucho que te lo razonen.
Cuanto antes reconozcas que es un pato, mejor, porque te permite prepararte para lo que sea que vayas a hacer con él y hacerlo en mejores condiciones respecto al resto que todavía dudan de que sea un pato, fingir que sigues sin saber que es un pato también es una opción, lo importante e imprescindible en cualquier caso es reconocerlo.
"If it looks like a duck, swims like a duck, and quacks like a duck, then it probably is a duck." |
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